En la madrugada de este lunes 6 de febrero, un fuerte terremoto de magnitud 7,8 sacudió el sudeste de Turquía y el noroeste de Siria, dejando alrededor de 700 muertos y miles de heridos.
El gobierno turco ha decretado el nivel 4 de alarma y ha pedido ayuda internacional después de que más de mil edificios de varias provincias del sur de Turquía y norte de Siria fueran derribados por el fuerte terremoto pasadas las 2 de la madrugada.
Las autoridades informaron que el seísmo dejó al menos 500 muertos en Turquía y 230 en Siria. El número de heridos se estima en más de 2 mil, una cifra que lamentablemente no deja de ascender debido a las numerosas personas que se encuentran atrapadas entre los escombros.