3 de octubre de 2008 / 09:02 AM
El P. Joan Manuel Serra, sacerdote del Obispado de Sant Feliu de Llobregat, pidió al Rey Juan Carlos de España, no firmar el real decreto que modifica el reglamento de la policía mortuoria y que haría legal el uso de máquinas "trituradoras de bebés", de hasta siete meses de gestación, en las clínicas abortistas.
En una carta abierta, el sacerdote recordó que el actual reglamento "obliga a las ‘clínicas’ abortistas a considerar como cadáveres a los restos de un aborto, cuando ya son restos humanos ‘de entidad suficiente’", es decir, a las once o doce semanas de gestación; y trasladarlos a un cementerio para "su posterior incineración o entierro digno".
Sin embargo, tras el escándalo de la clínica Ginemédex, donde se descubrió el uso de máquinas trituradoras para ocultar abortos tardíos ilegales; el Gobierno, "con el supuesto respaldo del principal partido de la oposición", ha propuesto cambiar el reglamento de la policía mortuoria "para que los ‘restos’ de un aborto no sean considerados ‘restos humanos de entidad suficiente’ hasta después de las 28 semanas de gestación", es decir, cerca a los siete meses de embarazo.