Pidamos a la Virgen de los Dolores un corazón limpio en Semana Santa, alienta obispo

El Obispo de Córdoba (España), Mons. Demetrio Fernández, presidió una Misa este 26 de marzo, "Viernes de los dolores", en la que animó a los fieles a rezarle a la Virgen de los Dolores para que prepare el corazón para vivir bien la Semana Santa.

En el "Viernes de los Dolores" se recuerda los dolores que sufrió la Virgen María durante la Pasión de Jesús. Esta fecha se conmemora por tradición cada viernes previo al Domingo de Ramos y ha sido alentada por muchos santos.

El Papa Benedicto XIII extendió esta celebración de forma universal en 1472. Si bien el Papa VI suprimió el "Viernes de los Dolores" en 1969 y dispuso que se celebre la Solemnidad de la Virgen de los Dolores el 15 de septiembre, en algunos países como España se sigue celebrando esta fecha por tradición.

La Misa se celebró en la Iglesia de San Jacinto, en Córdoba, donde se custodia una imagen restaurada de la Virgen de los Dolores de más de 300 años de antigüedad, que se ubica sobre una peana recién restaurada que fue bendecida durante la celebración eucarística.

En su homilía, Mons. Fernández destacó la importancia de la figura de la Virgen de los Dolores en Córdoba y llamó a los fieles a que sigan honrándola y que le pidan en oración "que prepare nuestro corazón para vivir esta Semana Santa con un corazón limpio".

Además, Mons. Fernández explicó que la razón de por qué María va detrás de su Hijo en todas las procesiones es porque como la Madre está unida a Cristo y participa en su sufrimiento.

María "está siempre con Jesús, junto a la cruz compartiendo los dolores de su hijo. Cuando miramos la Virgen de los Dolores vemos en su corazón siete espadas atravesando de dolor esta mujer santa", dijo. "No los podemos separar, María es el centro y va indisolublemente unida a Él", aseguró el Obispo.

Además, animó a los fieles a unirse al corazón de Jesús y de la Virgen de los Dolores, que guarda todos los sufrimientos de sus hijos, en especial de los que han sufrido más las consecuencias de la pandemia del COVID-19.

"Que no decaiga el amor a Jesucristo, que nos unamos en el corazón de Cristo y en el corazón de María porque ahí están resumidos los sufrimientos de todos los cordobeses: los parados, los que sufren el virus, la ausencia de seres queridos…Los Dolores de María son los nuestros, Ella sufre con nosotros", dijo.

En ese sentido, el Prelado recordó que el centro de nuestra vida es Jesucristo y que la religión cristiana "no es la religión del dolor y el sufrimiento, sino la que mejor ha expresado el sentido del corazón humano".