Pese al enérgico de rechazo de los obispos de Estados Unidos y al de diversas organizaciones civiles, el senado aprobó ayer la reforma sanitaria alentada por la administración Obama que permitiría el uso de fondos federales para promover el aborto y no respeta el derecho a la objeción de conciencia de los médicos y las instituciones que no están de acuerdo con esta práctica.
En su última declaración enviada a los senadores sobre esta reforma, luego de una extensa lista de declaraciones, artículos, cartas y pronunciamientos al respecto, los obispos de Estados Unidos recuerdan que "la reforma sanitaria debe proteger realmente la vida, las conciencias y la salud de todos, lo que constituye un imperativo moral y una prioridad nacional urgente".
Los prelados indican luego que la nueva ley debería "proteger la vida y la conciencia, no amenazarlas. Este proyecto extiende la cobertura del aborto, permite que fondos federales los paguen y niega la adecuada protección de conciencia a los individuos y las instituciones".