3 de agosto de 2020 / 08:34 PM
En medio del dolor y las dificultades que ha creado la pandemia, un sacerdote y un grupo de religiosas llevan fe y atienden a los enfermos con coronavirus que esperan recobrar su salud en un hospital de Lima (Perú).
El capellán del Hospital Nacional Dos de Mayo, P. Max Calderón, y seis religiosas de las Hijas de la Caridad de San Vicente de Paul que han estudiado enfermería, arriesgan diariamente sus vidas llevando fe y esperanza a los pacientes del centro de salud.
El sacerdote de 56 años lleva un traje de bioseguridad con una cruz en la frente y en el pecho, y visita por día una sala COVID, donde en cada una de ellas lo esperan 20 pacientes que no ven a sus familias desde hace varias semanas.