Más de 4,800 ciudadanos firmaron el manifiesto “Por una sociedad con principios y valores a favor de la familia y el matrimonio”, respaldando a la delegación de Perú en la Organización de Estados Americanos (OEA) ante la presión del lobby gay para que se utilice la categoría ”orientación sexual”, un término que no es reconocido en la Constitución peruana.

El manifiesto y las firmas, fueron entregados al despacho del Ministro de Relaciones Exteriores de Perú, Rafael Roncagliolo Orbegoso, denunciando “la intromisión que organizaciones e iniciativas internacionales, como la denominada Campaña por la Convención de la los Derechos Sexuales y Reproductivos, están llevando a cabo para distorsionar la posición peruana en esta materia, afectando así al Estado Peruano y la sociedad en su conjunto”.

La delegación de Perú participa actualmente en un Grupo de Trabajo sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, que desarrolla un proyecto de “Convención Interamericana sobre los Derechos Humanos de las Personas Mayores” en la OEA.

Las firmas, recogidas por la Coordinadora Nacional Unidos por la Vida y la Familia, expresa el completo respaldo a los diplomáticos peruanos, y asegura que “si bien el reconocimiento y realización de los derechos humanos son instrumentos esenciales para la promoción humana, esos derechos deben ser reconocidos y realizados en armonía con otras instituciones que también promueven la dignidad humana, como son la institución de la familia y el matrimonio”.

“Estamos convencidos de que es posible apostar por un futuro uniendo modernidad, principios y valores, donde todos seamos iguales ante la ley y ningún grupo tenga privilegios ni pretenda imponer su forma de pensar o sus creencias ideológicas a los demás”, señala el documento.

El manifiesto advierte que si Perú reconociese la “orientación sexual” como uno de los derechos y libertades de las personas, “estaría comprometiéndose al reconocimiento y protección de la unión o matrimonio entre personas del mismo sexo, entre otras situaciones incompatibles con nuestra Constitución”.

Los 4,800 firmantes aseguraron que estas uniones homosexuales significarían “una distorsión del concepto de familia y del matrimonio”.

Esto se opone “radicalmente” a lo previsto “en el articulo 4º de la Constitución Política del Estado, que reconoce a la familia y al matrimonio como instituciones naturales y fundamentales de la sociedad, y por tanto, como instituciones basadas en la unión de un hombre y una mujer”.

“La Constitución peruana no reconoce las uniones entre personas del mismo sexo, pues incluso el concubinato es definido en su artículo 5º como la unión de un ‘varón y una mujer’”, remarca el manifiesto.

El documento subraya que, en Perú, cualquier iniciativa que busque “reconocer el matrimonio homosexual, entra en claro conflicto con la Constitución”.

Además, señala, el término “orientación sexual” no es reconocido dentro “del ordenamiento jurídico peruano, por lo que, si el Estado peruano los reconociera, ocasionaría una incompatibilidad entre nuestra legislación interna y aquel instrumento internacional”.

“Por todo lo expuesto, respaldamos completamente la decisión de la Delegación Peruana de no utilizar la categoría ‘Orientación Sexual’. Asimismo estamos convencidos de que es posible apostar por un futuro uniendo modernidad, principios y valores, donde todos seamos iguales ante la ley y ningún grupo tenga privilegios ni pretenda imponer su forma de pensar o sus creencias ideológicas a los demás”.