Tras algunos años como periodista en temas pro-vida, la joven católica Kathleen Gilbert descubrió el llamado de Dios para ser una religiosa contemplativa y que el Señor se valió de su labor para disponerla a responder con un “sí” generoso a su llamado. Esta es su historia.

El 14 de octubre, la que fuera hasta ahora editorial del sitio pro-vida LifeSiteNews en Estados Unidos, comenzó su primer año como postulante de las carmelitas descalzas en Buffalo, estado de Nueva York.

En entrevista concedida a ACI Prensa, Gilbert comentó que aunque fue criada en un “ambiente católico” en el que la vida religiosa siempre fue vista como “algo muy bueno”, nunca se sintió “presionada” en alguna dirección en particular y fue “totalmente libre para ser lo que quisiera ser”.

Hace algunos años, recordó, quiso ser una apologeta para defender la fe católica, especialmente porque con frecuencia tuvo que explicarle el catolicismo a su padre que es presbiteriano.

Con oraciones y una intense formación de fe en la familia, Gilbert comentó que “llegué a la adultez sabiendo que el camino que escogería sería mi respuesta creativa a Dios, no sólo una autodeterminación sin sentido”.

La joven también quiso estudiar demonología, pero eventualmente se convirtió en periodista, dejando sus estudios de posgrado en teología para escribir a tiempo completo para LifeSiteNews.com, un sitio web que defiende la vida y la familia.

En su opinión, ese cambio de rumbo sólo fue posible debido a la naturaleza espiritual de su trabajo, que era “suficiente para satisfacer mi deseo de hacer el bien y de, especialmente, luchar contra el mal”.

“Era un sitio para trabajar totalmente espiritual. Nuestro pan cotidiano es la oración. Poder avanzar con un solo espíritu hacia Dios en el trabajo cotidiano es realmente un privilegio”.

La escritora pro-vida dijo a ACI Prensa que “nunca he sentido una razón para el miedo o la desesperanza. Cualquier oscuridad que encontrábamos se convertía en una razón más para remangarnos y trabajar para dar luz sobre eso”.

En diciembre de 2011, luego de trabajar como periodista durante tres años, Gilbert comenzó un serio proceso de discernimiento considerando la vida religiosa. La joven cuenta que siempre se sintió un poco “desapegada del mundo” y que ese sentimiento dio paso luego a “una pequeña voz” que la llevó a visitar un monasterio carmelita.

“Dado que nunca imagine este futuro antes, lo rápido de esto me ayudó a darme cuenta de que no era sólo mi idea” y por eso pensó en unirse a las carmelitas, a quienes con cariño llama las “marines (fuerza élite de EEUU) de la Iglesia”.

Ella se sintió atraída a quienes viven con “énfasis” una “total unión con Dios en la oración contemplativa”. De esta forma, las carmelitas “dedicamos toda nuestra vida a ser el punto de contacto entre el Cielo y la Tierra, pidiendo gracias para los sacerdotes, los misioneros y las familias en el mundo”.

Aunque ahora ya no escribirá más, al menos no en el trabajo que tenía, Kathleen afirma que el mundo de las noticias pro-vida fue una “excelente forma de saber por qué cosas rezar” ahora en el convento.

Si bien ya no será parte de LifeSiteNews, la joven espera que pueda ayudar como su “religiosa” que trabajará “a tiempo completo en los escalones más altos del poder”.

Gilbert también espera que su trabajo como periodista haya “salvado por lo menos la vida de un no nacido o que haya suavizado el corazón de la dignidad de la persona humana, o le haya dado un poco es esperanza en el camino hacia la verdadera libertad”.

“Si pude hacerlo, entonces he ganado”, concluyó.