21 de febrero de 2010 / 04:15 PM
Bajo el título de Blood Money (Dinero Sangriento), el director David K. Kyle desnuda la estrategia usada por los abortistas, como la Planned Parenthood Federation, para promover esta práctica a pesar de significar la muerte de seres inocentes.
"La meta era de tres a cinco abortos por cada joven entre los 13 y 15 años", relata en la cinta una persona que fue miembro de la Planned Parenthood Federation, quien explica que "teníamos un plan completo para promover el aborto y lo denominamos ‘educación sexual’".
"El plan consistía en romper con la inocencia natural de los jóvenes, separarlos de sus padres y sus valores y convertirlos en expertos en sexo en sus propias vidas para que vinieran a nosotros, donde les daríamos pastillas anticonceptivas de baja dosis para que las chicas quedasen embarazadas o condones defectuosos", añade.