El malestar del Gobierno comunista chino por el nombramiento de un nuevo Cardenal en Hong Kong se hizo finalmente sentir este martes cuando el Ministro chino de Asuntos Exteriores, Li Zhaoxing, pidió al Vaticano que “no se relacione con provincias o localidades de China”, en clara referencia al reciente nombramiento cardenalicio de Mons. Joseph Zen.
“Pekín espera que el Vaticano no intervenga en los asuntos internos chinos de ninguna manera”, señaló el Ministro en una rueda de prensa ofrecida con ocasión de la reunión anual del Legislativo chino, una de las pocas que concede Li a la prensa acreditada en China.
El desagrado del nombramiento del futuro Cardenal Joseph Zen, un abierto crítico de la política antirreligiosa china, se evidenció también en una nota de la agencia oficial Xinhua, en la que se refirió al Cardenal Zen como “una persona de Hong Kong”.