La Conferencia Episcopal Argentina (CEA), destacó los 25 años del Tratado de Paz y Amistad entre la Argentina y Chile que evitó un conflicto armado entre ambas naciones, y que, gracias a la mediación de Juan Pablo II, demuestra que es posible solucionar las controversias por medios pacíficos.
En un texto, los prelados recordaron agradecidos "la figura del Papa Juan Pablo II, quien, recién elegido para el ministerio del Supremo Pontificado de la Iglesia, tuvo la audacia de asumir la difícil tarea de Mediador que se le pedía, nombrando para ello al Cardenal Antonio Samoré".
La mediación pontificia, indicaron, va más allá de "una acción pacificadora entre dos países litigantes" y se convierte en "una fuente perenne de inspiración de alta política internacional, que el Papa enunciaba en dos principios", la búsqueda de las coincidencias antes que las divergencias y la reflexión sobre la cooperación entre las naciones.