4 de septiembre de 2013 / 04:36 PM
El Patriarca de la Iglesia greco-católica melquita en Siria, Gregorios III ha condenado enérgicamente el "destructivo" uso de las armas químicas aunque ha asegurado que el apoyo militar armado, incluidos los servicios de inteligencia, procedentes de fuera del país sigue siendo la amenaza más grave.
En declaraciones a Ayuda a la Iglesia Necesitada, el Patriarca Gregorios III ha asegurado que las muertes, los refugiados y desplazados y la destrucción de la infraestructura en su país se deben directamente a los efectivos militares que están siendo enviados del extranjero desde el comienzo de la insurrección contra el presidente de Siria, Bashar al Assad, en marzo de 2011.
"Durante los últimos dos años y medio, los países orientales y occidentales no han dejado de enviar armas, dinero, expertos militares, agentes del servicio secreto y bandas armadas fundamentalistas salafistas de matones y delincuentes", ha afirmado.