El Párroco de la Virgen de la Paloma de Madrid, parroquia que sufrió una explosión de gas el pasado 20 de enero en el edificio que acogía los salones parroquiales y las viviendas de los sacerdotes, pidió "la colaboración de los vecinos o viandantes que pudieran haber hecho fotos o vídeos" del momento del siniestro para esclarecer los hechos.
En la explosión resultaron muertos cuatro personas: el sacerdote Rubén Pérez Ayala, el feligrés y amigo del P. Rubén, David Santos, y dos hombres que pasaban por delante del edificio en el momento del suceso, Javier y Stefko.
En la carta enviada a los fieles, el párroco Gabriel Benedicto afirma que, en contra de lo que se informó inicialmente, "ahora sé que todos los fallecidos estaban fuera del edificio siniestrado desde el principio".