3 de julio de 2004 / 10:23 PM
Durante la ceremonia de bendición y dedicación del nuevo altar de la Catedral Metropolitana, el Arzobispo de Asunción, Mons. Pastor Cuquejo, denunció la inmoralidad, la dispersión y la confusión de creencias que se viven en el país y afirmó que Paraguay necesita del vigor y la solidez de la fe.
La solemne ceremonia comenzó con la procesión de la imagen de la Virgen de la Asunción desde el Panteón de los Héroes hasta la Catedral, acompañada por centenares de feligreses.
“Ésta es la casa de Dios, éste el altar de piedra donde se recordará la muerte y resurrección del Señor. De este histórico templo se expandió nuestra fe por todo el país”, afirmó el Prelado durante su homilía.