20 de septiembre de 2006 / 04:37 PM
El Obispo de Djibouti y Administrador Apostólico de Mogadiscio, Mons. Giorgio Bertin, consideró que el asesinato de una misionera italiana en Somalia no tuvo un cariz personal, sino que representó un ataque contra todas las religiosas que laboran en la zona.
"No se quería matar a Sor Leonella en cuanto tal, sino que se quería golpear a una religiosa católica al azar. Se trata en todo caso de un acecho premeditado. Quien asesinó a la misionera sabía a que hora iban a comer las religiosas y sabía donde golpear", señaló el Obispo al celebrar los funerales de Sor Leonella Sgorbati, la misionera de la Consolación asesinada el domingo.
En declaraciones a la agencia Fides, Mons. Bertin comentó que "el asesinato de Sor Leonella debe ser encuadrado en el contexto de la actual situación de Somalia, que ha visto últimamente un fuerte aumento de la tensión debido a una serie de causas. Desde hace meses, en efecto, en Somalia se nota un aumento de la tensión respecto a occidente y a los cristianos. Esto se debe también a la difusión de noticias sobre la presencia en Somalia de tropas de Etiopía, que es vista como una potencia cristiana. A esto se suman algunos discursos inflamatorios por parte de algunos exponentes extremistas. En Somalia está ocurriendo una lucha de poder en la que se instrumentaliza la religión".