La iglesia anglicana de Escocia señaló a través de un sitio web, que ser homosexual practicante no impide que una persona pueda ser nombrada sacerdote, ingresando así a la polémica desatada dentro de esta denominación desde que la iglesia episcopaliana de Estados Unidos decidiera nombrar obispo a una persona homosexual.
El Colegio de Obispos de la Iglesia de Escocia hizo esta afirmación en su sitio web, en el cual informa que ocasionalmente ha respondido de manera positiva a las peticiones de parejas del mismo sexo que solicitaban su bendición.
“El hecho de que alguien mantenga relación íntima con un miembro del mismo sexo” nunca ha sido “por sí mismo constitutivo de prohibición para que un sacerdote pueda ejercer como tal”, indican las autoridades protestantes.