En la mañana de hoy el Papa Benedicto XVI ordenó a 15 sacerdotes en la Basílica Vaticana, en el día en que la Iglesia celebra la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, y exhortó a los nuevos presbíteros a tener siempre presente que la única puerta de entrada legítima la ministerio del sacerdocio es la Cruz de Cristo.
Al iniciar su homilía el Santo Padre recordó que “Cristo mismo es el Buen Pastor en el cual Dios cuida de su criatura, el hombre, reuniendo a los seres humanos y conduciéndolos al verdadero rebaño. Se puede ser pastor del rebaño de Jesús solamente por medio de Él y en la más íntima comunión con Él: el sacerdote es totalmente insertado en Cristo para que, partiendo desde Él y obrando en vistas a Él, realice en comunión con Él el servicio del único Pastor Jesús, en el cual Dios, como hombre, quiere ser nuestro Pastor”.
Citando la parte precedente del discurso sobre los pastores en la cual Jesús afirma ser la puerta, el Santo padre afirmó que “Jesús pone en relieve muy claramente esta condición de fondo afirmando: ‘Quien sube por otra parte, es un ladrón’. La palabra ‘sube’ evoca la imagen de alguien que trepa un recinto para alcanzar aquello a lo que legítimamente no podría llegar. ‘Subir’ se puede ver también con la imagen del carrerismo, del intento de llegar ‘en alto’, de conseguir una posición mediante la Iglesia: servirse, no servir”.