26 de mayo de 2007 / 06:53 AM
Hacia el medio día de hoy, el Papa Benedicto XVI recibió en la Sala Clementina del Palacio Apostólico Vaticano a los participantes del encuentro promovido por los Jóvenes Emprendedores de Confindustria, a quienes recordó que la economía debe siempre estar al servicio de la vida del ser humano y de su dignidad como persona.
“Es indispensable que la referencia última de cada intervención económica sea el bien común y la satisfacción de las legítimas expectativas del ser humano”, dijo el Santo Padre dirigiéndose a los participantes, recordando también que “la vida humana y sus valores deben ser siempre el principio y fin de la economía”.
Así mismo el Pontífice citó la Constitución Pastoral Gaudium et spes del Concilio Vaticano II para destacar que: “En las empresas económicas son personas las que se asocian, es decir, hombres libres y autónomos, creados a imagen de Dios. Por ello, teniendo en cuanta las funciones de cada uno, propietarios, administradores, técnicos, trabajadores, y quedando a salvo la unidad necesaria en la dirección, se ha de promover la activa participación de todos en la gestión de la empresa, según formas que habrá que determinar con acierto”.