9 de abril de 2006 / 08:39 AM
Antes de rezar el Ángelus dominical, el Papa Benedicto XVI invitó a todos los feligreses reunidos en la Plaza de San Pedro, y entre ellos miles de jóvenes con ocasión de la 21º Jornada Mundial de la Juventud (JMJ), a emprender el camino de la conversión siguiendo las huellas de Cristo.
Refiriéndose a la entrega de la Cruz de las JMJ a los jóvenes australianos, el Santo Padre afirmó que se trata de “una entrega altamente simbólica, a ser vivida con gran fe, comprometiéndose a realizar un camino de conversión sobre las huellas de Jesús”. Sidney (Australia) será la sede de la JMJ 2008.
Asimismo, el Papa hizo ver que esta fe “nos la enseña María Santísima, que fue la primera en creer y ha llevado la propia cruz junto al Hijo, gustando después con Él el gozo de la resurrección”.