El Papa Francisco ha vuelto a pedir que se detenga de manera inmediata la escalada de violencia en Jerusalén tras varios actos terroristas, el último acontecido el día de ayer en el que se atentó contra una sinagoga de la Ciudad Santa.
"Sigo con preocupación el alarmante aumento de la tensión en Jerusalén y otras zonas de Tierra Santa, con episodios inaceptables de violencia que no ahorran ni siquiera los lugares de culto", afirmó este miércoles luego de su catequesis en la audiencia general.
El Santo Padre se refirió al atentado en el que murieron cuatro personas y nueve resultaron heridas. Fuentes policiales refieren que los palestinos que perpetraron el ataque lo hicieron con "hachas, cuchillos y una pistola". Irrumpieron en la sinagoga Kehilat Yaakov, del barrio de Har Nof y atacaron a los judíos que allí rezaban.