"¿La nuestra es una vida cristiana cosmética, de apariencia o es una vida cristiana con la fe laboriosa en la caridad?", preguntó esta mañana el Papa Francisco durante la Misa en la Casa Santa Marta, donde recordó a los fieles que Cristo condena la "espiritualidad cosmética", aquella que hace "sonar la trompeta" para que todos la vean y alaben su apariencia.
En su homilía, Francisco señaló que la fe "no es sólo rezar el Credo", sino que pide que nos separemos de la avidez y de la concupiscencia para saber dar a los demás, especialmente si son pobres.
La fe no tiene necesidad de aparecer, sino de ser, afirmó el Papa. No tiene necesidad de ser cubierta de cortesías, especialmente si son hipócritas, cuanto de un corazón capaz de amar de modo genuino.