La crisis de Oriente Medio es "uno de los dramas humanitarios más opresivos de los últimos decenios" y "está representado por las terribles consecuencias que los conflictos en Siria y en Irak tienen en la población civil, así como en el patrimonio cultural".
El Pontífice señaló que "las atrocidades y las inauditas violaciones de los derechos humanos que caracterizan estos conflictos son difundidos por los medios de comunicación en tiempo real" y están "bajo los ojos de todo el mundo".
"¡Ninguno puede fingir no conocerlos!", exclamó. "Todos son conscientes de que esta guerra pesa de manera insoportable sobre las espaldas de la gente pobre".