En un mensaje enviado a los obispos de la Conferencia Episcopal de Italia (CEI) que se encuentran desde ayer reunidos en la 67° Asamblea General, el Papa Francisco advirtió del peligro que corren los sacerdotes de convertirse en "turistas del espíritu".
En el texto, leído en la tarde de ayer por al Cardenal Angelo Bagnasco, Presidente de la CEI, el Pontífice ha dado algunas claves para que los sacerdotes desarrollen bien su ministerio.
Para el Papa, gracias a los sacerdotes "la maternidad de la Iglesia llega a todo el pueblo de Dios", pero "los sacerdotes santos son pecadores perdonados e instrumentos de perdón. Su existencia habla el lenguaje de la paciencia y la perseverancia; no son turistas del espíritu, eternamente indecisos e insatisfechos, porque saben que están en las manos de Aquel que cumple sus promesas y cuya Providencia significa que nada puede separarlos de esa pertenencia".