8 de julio de 2015 / 06:49 PM
En un discurso espontáneo a los sacerdotes y religiosos, el Papa Francisco destacó la profunda piedad religiosa que encontró en el pueblo ecuatoriano y confesó que le preguntó a Jesús "varias veces" cuál era "la receta"; y en oración descubrió que la receta fue la consagración del país al Sagrado Corazón de Jesús y después al Corazón Inmaculado de María.
"En estos dos días, 48 horas que estuve en contacto con ustedes, noté que había algo raro, perdón, algo raro en el pueblo ecuatoriano. Todos los lugares donde voy, siempre el recibimiento es alegre, contento, cordial, religioso, piadoso, en todo lado", dijo el Papa desde el atrio del Santuario de Nuestra Señora de la Presentación del Quinche.
Francisco destacó que los ecuatorianos piden la bendición "desde el más viejo hasta la wawa (como se llama a los niños pequeños en los pueblos andinos), que lo primero que aprende es hacer así (juntar las manos para rezar)". Había algo distinto y "yo también tuve la tentación como el Obispo de Sucumbíos (Mons. Celmo Lazzari), de preguntar ¿cuál es la receta de este pueblo? ¿Cuál es?".