El próximo lunes 17 de junio el Papa Francisco recibirá en audiencia en el Palacio Apostólico del Vaticano al nuevo Presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien sucede en el cargo del fallecido Hugo Chávez.

Con esta visita Maduro sigue los pasos de Chávez, quien visitó en 1999 y 2001 al Beato Juan Pablo II y en 2006 a Benedicto XVI. Sin embargo, en julio de 2010, anunció la revisión de los convenios de Venezuela con respeto al Estado del Vaticano y en particular al Papa, de quien indicó "no es ningún embajador de Cristo en la Tierra como ellos dicen", porque "Cristo no necesita embajador".

El pasado 21 de abril, el Papa Francisco expresó a través de un comunicado su "viva preocupación" por los incidentes registrados en Venezuela después las elecciones que dieron la victoria a Nicolás Maduro en los que murieron ocho personas y 60 resultaron heridas.

El Santo Padre invitó "al querido pueblo venezolano, y de forma particular a los responsables institucionales y políticos, a rechazar con firmeza todo tipo de violencia y a establecer un dialogo basado sobre la verdad, en el mutuo reconocimiento, en la búsqueda del bien común y en el amor por la Nación".

"Sigo con atención los acontecimientos que se están sucediendo en Venezuela. Los acompaño con viva preocupación, con intensa oración y con la esperanza que se busquen y se encuentren caminos justos y pacíficos para superar el momento de grave dificultad que el País está atravesando".

"Pido a los creyentes de orar y de trabajar por la reconciliación y la paz. Unámonos en una oración llena de esperanza por Venezuela, poniéndola en las manos de Nuestra Señora de Coromoto, patrona de Venezuela", concluyó.