16 de abril de 2015 / 12:18 PM
El Papa Francisco dedicó la homilía de la Misa de la mañana en la Residencia Santa Marta a hablar de la obediencia a Dios, afirmando que obedecerle es "tener la valentía de cambiar de camino", y que quienes se resisten cierran su corazón a la vida eterna.
El Pontífice explicó que la obediencia "mucha veces nos lleva por un camino que no es el que yo pienso que debe ser, hay otro". Por ello, dijo que obedecer es "tener la valentía de cambiar de camino, cuando el Señor nos lo pida". Y "quién obedece tiene la vida eterna", mientras que "quien no obedece la ira de Dios permanece en él".
El Papa dijo que los sacerdotes y jefes judíos que ordenan a los discípulos no predicar más el Evangelio "estaban llenos de celos", pues "el número de creyentes crecía".