El Papa Francisco celebró esta mañana desde la Plaza de San Pedro la segunda Audiencia Jubilar del Año Santo de la Misericordia. Un sábado al mes tiene lugar esta Audiencia especial, que es una de las actividades principales del Jubileo que se celebrará hasta el próximo 20 de noviembre, solemnidad de Cristo Rey del Universo. Ha sido el primer acto público que ha tenido el Pontífice desde que regresó este jueves de su visita apostólica a México.
Una vez más el Papa habló de la misericordia y de la importancia del Jubileo y pidió que cada cristiano tenga el compromiso de vida de ser "testimonio de nuestra fe en Cristo". A su vez, subrayó que el compromiso más grande de Dios hacia el hombre es haber donado a Jesús, su Hijo y reflexionó sobre la palabra "compromiso".
"Debemos llevar siempre esa caricia de Dios –porque Dios nos ha acariciado con su misericordia–, llevarla a los otros, a aquellos que tienen necesidad, a aquellos que tienen un sufrimiento en el corazón o están tristes: acercarnos con esas caricia de Dios, que es la misma que Él nos ha dado a nosotros", pidió a los fieles.