Una fe auténtica hace milagros y en cambio el egoísmo produce esterilidad, señaló el Papa Francisco en su homilía de la Casa de Santa Marta, en la que explicó que existen "tres estilos de vida", aquella que es indiferente con los problemas del prójimo, la que hace de la religión un negocio; y "la vida de fe", reflejada en el compromiso cristiano a favor de los más necesitados.
El Pontífice, refiriéndose al Evangelio del día en la que se muestra a la higuera que no da frutos, señaló "tres modos de vivir". "La higuera representa la esterilidad, es decir, una vida estéril, incapaz de dar cualquier cosa. Una vida que no fructifica, incapaz de hacer el bien".
Indicó que así actúa la persona que "vive para sí mismo; tranquilo, egoísta, no quiere problemas". Pero "Jesús maldice la higuera, porque es estéril, porque no hacía lo que debía para dar fruto". Esta figura "representa a la persona que no hace nada para ayudar, que vive siempre para sí misma, a fin de que no le falte nada. Al final éstos se vuelven neuróticos, ¡todos! Jesús condena la esterilidad espiritual, el egoísmo espiritual. '¡Yo vivo para mí, que a mí no me falte nada y que los demás se las arreglen!'".