14 de agosto de 2016 / 08:07 AM
En su meditación antes del rezo del Ángelus de este domingo, el Papa Francisco explicó que la Iglesia no necesita "burócratas" o "diligentes funcionarios" sino "misioneros apasionados" que abran el corazón al fuego del Espíritu Santo para anunciar el mensaje consolador de Jesús de modo audaz y fervoroso.
Al reflexionar en el Evangelio de hoy (Lc 12, 49-53) en el que Jesús dice que ha venido "a traer fuego sobre la tierra, ¡y cómo desearía que ya estuviera ardiendo!", el Santo Padre explicó que el Señor se refiere al Espíritu Santo "presencia viva y operante en nosotros desde el día de nuestro Bautismo".
Francisco indicó que este fuego "es una fuerza creadora que purifica y renueva, abrasa toda miseria humana, todo egoísmo, todo pecado, nos transforma desde dentro, nos regenera y nos hace capaces de amar".