A las 12 horas de Roma, el Papa Francisco se asomó como cada domingo a la ventana del estudio del Palacio Apostólico para el rezo del Ángelus, que dedicó a hablar del Evangelio de las Bodas de Caná de la liturgia de este día.
"Los milagros son signos extraordinarios que acompañan la predicación de la Buena Noticia y tienen el objetivo de suscitar y reforzar la fe en Jesús".
En concreto, el de Caná "es un signo de la bendición de Dios para el matrimonio". "El amor entre un hombre y una mujer es un buen camino para vivir el Evangelio, es decir, para encaminarse con alegría al camino de la santidad".