Durante la Misa de esta mañana en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco abordó nuevamente el pasaje del martirio de Nabot a manos del rey corrupto Acab, para advertir que el único camino que les queda a los corruptos políticos, económicos y eclesiásticos es "pedir perdón" porque han irritado a Dios y escandalizado a su pueblo.
En su homilía, el Santo Padre señaló que el que entra en el camino de la corrupción "quita la vida, usurpa y se vende". Así, recordó que después que Acab asesinó a Nabot y tomó posesión de su viña, el profeta Elías llamó "corrupto" al rey porque dejó de ser una persona para convertirse en una mercancía que se "compra y vende".
"Esta es la definición: ¡es una mercancía! (…). Ayer dijimos que había tres tipos, tres grupos: el político corrupto, el empresario corrupto y el eclesiástico corrupto. Los tres dañan a los inocentes, a los pobres, ¡porque son los pobres los que pagan la fiesta de los corruptos! La cuenta va a ellos. El Señor dice claramente lo que va a hacer: 'yo haré caer sobre ti un desastre y acabaré contigo. Exterminaré de Acab todo varón, esclavo u hombre libre en Israel'".