El Papa Francisco explicó que "la resurrección se basa internamente en la fidelidad de Dios que es el Dios de la vida", y subrayó las palabras de Jesús en las que recordaba que Dios es un Dios de vivos y no de muertos.
En la reflexión previa al rezo del Ángelus este domingo 10 de noviembre en la plaza de San Pedro del Vaticano, el Santo Padre profundizó en el significado de la página evangélica de este domingo en la que "se nos ofrece una estupenda enseñanza de Jesús sobre la resurrección de los muertos que viene muy bien en este mes de noviembre en el que rezamos de modo particular por los difuntos".
En el Evangelio se narra cómo "Jesús es interpelado por algunos saduceos, los cuales no creían en la resurrección y, por ello, lo provocan con una pregunta insidiosa".