En su mensaje difundido hoy con ocasión de la 22 Jornada Mundial del Enfermo, a celebrarse el 11 de febrero, Fiesta de Nuestra Señora de Lourdes, el Papa Francisco señaló que la "la Iglesia ve en ustedes, queridos enfermos, una presencia especial de Cristo sufriente".

El Santo Padre recordó que Jesús tomó sobre sí la enfermedad y el sufrimiento, transformándolos en la luz de "una vida nueva en plenitud" que cambia las experiencias negativas en positivas.

Francisco señaló que siguiendo el camino de Cristo, que se entregó por amor, también nosotros "podemos amar a los demás como Dios nos ha amado, dando la vida por nuestros hermanos".

"La fe en Dios bueno se convierte en la bondad, la fe en Cristo crucificado se convierte en fuerza de amar hasta el final e incluso a nuestros enemigos".

El Papa señaló que "ante el misterio del amor de Dios por nosotros, que nos da la esperanza y el coraje: la esperanza, porque en el plan amoroso de Dios, incluso en la noche del dolor está abierto a la luz de la Pascua; y el coraje para enfrentarse a cada la adversidad en su compañía, unidos a Él".

Al acercanos con ternura "a aquellos que están necesitados de atención llevamos la esperanza y la sonrisa de Dios en las contradicciones del mundo".

El Santo Padre indicó que la Virgen María es el modelo cristiano "para crecer en la ternura, en la caridad respetuosa y delicada".

"La Santísima Virgen, madre de los enfermos y de los que sufren", dijo el Papa, "permanece al lado de nuestras cruces y nos acompaña en el camino hacia la resurrección y la vida plena".

Recordando sus palabras en la Jornada Mundial de la Juventud Río 2013, el Papa señaló que "la Cruz 'es la certeza del amor fiel de Dios por nosotros. Un amor tan grande que entra en nuestro pecado y lo perdona, entra en nuestro sufrimiento y nos da la fuerza para llevarla, también entra en la muerte con el fin de ganar y ahorrar nosotros'".

La cruz de Cristo, dijo Francisco, "nos invita a dejarnos contagiar por este amor, nos enseña a mirar siempre a los demás con misericordia y amor, especialmente los que sufren, los que necesitan ayuda".

Por último, el Papa Francisco exhortó a vivir la XXII Jornada Mundial de los Enfermos "en comunión con Jesucristo" apoyando a los que cuidan de los enfermos y los que sufren.