El Papa Francisco advirtió contra los sentimientos de envidia y celos hacia otras personas, porque son sentimientos "criminales, que buscan asesinar", son "la semilla de la guerra", "una carcoma que te corroe por dentro".
Así se expresó el Pontífice durante la Misa celebrada este viernes 24 de enero celebrada en la Casa Santa Marta en la que advirtió que la envidia y los celos "crecen hablando con uno mismo, murmurando con uno mismo. El celoso es incapaz de ver la realidad y sólo un hecho muy fuerte puede hacerle abrir los ojos".
Puso de ejemplo el caso del Rey Saúl y del joven David, narrado en el Libro de Samuel: "Los celos llevaros a Saúl a creer que David era un asesino, un enemigo".