El Papa Francisco expresó este viernes su preocupación por el horror de los niños secuestrados y reclutados por las milicias alrededor del mundo para que maten a otras personas, y que de acuerdo a las Naciones Unidas afecta a unos 300.000 menores en todo el planeta.
El Papa denunció esta situación en su discurso a los obispos de la República Democrática del Congo, en visita ad limina, a quienes exhortó a profundizar la pastoral dedicada a los menores para llevarlos al encuentro con Cristo.
''La Iglesia en la República Democrática del Congo es una iglesia joven. Pero también es una Iglesia de la juventud. Los niños y los adolescentes, en particular, necesitan la fuerza de Dios para resistir las muchas tentaciones de la vida precaria, sin poder estudiar o encontrar trabajo. Me apena su difícil situación, y sé que compartís sus penas, sus alegrías y esperanzas".