1 de junio de 2016 / 03:54 AM
La parábola del fariseo y el publicano fue el centro de la nueva catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General del miércoles, en la que exhortó a no ser un corrupto que juzga y desprecia al resto.
Para el Pontífice, el fariseo es un "corrupto" porque "es imagen de aquel que hace como que reza pero en realidad no lo hace". "Así, en la vida quien se cree justo y juzga a los otros o los desprecia es un corrupto y un hipócrita".
"La soberbia compromete toda acción buena, vacía la oración, aleja de Dios y de los otros", aseguró.