Papa Francisco en Turín: Amor de Dios es seguro y no disminuye ante nuestra infidelidad

Papa Francisco en Turín: Amor de Dios es seguro y no disminuye ante nuestra infidelidad
Papa Francisco en Misa en Turín. Foto: Captura de video / CTV.

En el marco de su visita a Turín, el Papa Francisco presidió hoy una multitudinaria Misa en la Plaza Vittorio Veneto. En su homilía, el Santo Padre destacó que el amor de Dios es seguro y no disminuye, ni siquiera ante nuestras infidelidades.

Francisco aseguró que el amor de Dios "es un amor fiel, un amor que recrea todo, un amor estable y seguro". Se trata, explicó, de "un amor que no decepciona, que nunca viene a menos".

El Papa también habló de cómo el Señor ama y "recrea", dando la posibilidad de tener una vida nueva. Además, se refirió a las familias y a la necesidad de que se sientan acogidas en la Iglesia.

"Las familias necesitan sentir la caricia materna de la Iglesia para avanzar en la vida conyugal, en la educación de los hijos, en el cuidado de los ancianos y también en la transmisión de la fe a las jóvenes generaciones", dijo.

Más en Vaticano

"Jesús encarna este amor, porque Él es Testimonio", afirmó. "Él no se cansa nunca de querernos, de soportarnos, de perdonarnos, y así nos acompaña en el camino de la vida".

El Santo Padre subrayó que Cristo por amor "se ha hecho hombre, por amor murió y resucitó, y por amor está siempre a nuestro lado, en los momentos buenos y en los difíciles. Jesús nos ama siempre, hasta el fin, sin límites y sin medida".

Además, indicó, "la fidelidad de Jesús no disminuye ni siquiera ante nuestra infidelidad", pues "permanece fiel, también cuando nos hemos equivocado, y nos espera para perdonarnos: Él es el rostro del Padre misericordioso. Aquí está el amor fiel".

En la homilía, el Papa también habló de otro aspecto del amor de Dios: el que "recrea todo" y "hace nuevas todas las cosas".

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos y recibirás las noticias más relevantes para tu vida de fe.

"Reconocer los propios límites, las propias debilidades, es la puerta que abre al perdón de Jesús, a su amor que puede renovarnos en lo profundo, que puede recrearnos". Así, "la salvación puede entrar en el corazón cuando nos abrimos a la verdad y reconocemos nuestros errores, nuestros pecados".

Es entonces, señaló el Santo Padre, cuando "hacemos esta preciosa experiencia de Aquél que ha venido no para los sanos, sino para los enfermos, no para los justos, sino para los pecadores".

Francisco remarcó que la prueba de esta vida nueva es "saber despojar de los vestidos usados y viejos de rencores y de las enemistades para llevar la túnica limpia de la mansedumbre, de la benevolencia, del servicio a los otros, de la paz del corazón, propia de los hijos de Dios".

Comentando el Evangelio en el que los discípulos se encuentran con Jesús en una barca y de pronto se levanta un fuerte viento, el Papa señaló que "Él está junto a nosotros con la mano tendida y el corazón abierto".

Pidió a los fieles que se pregunten si hoy están agarrados a la roca que es el amor de Dios y cómo viven el amor de Dios. "Siempre existe el riesgo de olvidar este amor grande que el Señor nos ha mostrado".

"También nosotros los cristianos corremos el riesgo de dejarnos paralizar por los miedos del futuro y buscar seguridad en cosas que no pasan, o en un modelo de sociedad cerrada que tiende a excluir más que a incluir", advirtió.

Francisco pidió seguir el ejemplo de los santos y beatos de la ciudad, para "poder vivir la alegría del Evangelio practicando la misericordia".

"Podemos compartir las dificultades de tanta gente, de las familias, especialmente de las más frágiles y marcadas por la crisis económica".

El Santo Padre cuestionó si "¿creemos que el Señor es fiel? ¿Cómo vivimos la novedad de Dios que todos los días nos transforma?".

"El Espíritu Santo nos ayuda a ser siempre conscientes de este amor 'rocoso' que nos hace estables y fuertes en los pequeños o grandes sufrimientos, nos hace capaces de no cerrarnos frente a la dificultad, de afrontar la vida con valentía y mirar al futuro con esperanza".

Como sucediera en el Mar de Galilea, "también hoy en el mar de nuestra existencia Jesús es Aquél que vence las fuerzas del mal y las amenazas de la desesperación", explicó.

Por último, el Papa señaló que "la paz que Él nos dona es para todos; también para tantos hermanos y hermanas que huyen de guerras y de persecuciones en busca de paz y de libertad".

Después de la Eucaristía el Arzobispo de Turín, Mons. Cesare Nosiglia, entregó al Papa las ofrendas que los peregrinos han realizado para obras de caridad durante la muestra de la Sábana Santa desde que comenzó el 19 de abril.

Suscríbete a ACI Prensa

Recibe nuestras noticias más importantes por email.

Dona a ACI Prensa

Si decides ayudarnos, ten la certeza que te lo agradeceremos de corazón.