Tener esperanza es también una actitud de "espera vigilante". Y sobre este tema habló el Papa Francisco en la catequesis de la Audiencia General del miércoles.
Después de la Resurrección, "los cristianos viven tiempos serenos y de angustia" pero los cristianos "no se rinden nunca", sostuvo en la Plaza de San Pedro.
"Este mundo exige nuestra responsabilidad, y nosotros la asumimos toda con amor. Jesús quiere que nuestra existencia sea laboriosa, que no bajemos nunca la guardia, para acoger con gratitud y estupor cada nuevo día que nos dona Dios".