Al celebrar una Misa multitudinaria en el Santuario de Nuestra Señora de Aparecida, el Papa Francisco rezó por toda América Latina. "Hoy he querido venir aquí para pedir a María, nuestra Madre, el éxito de la Jornada Mundial de la Juventud, y poner a sus pies la vida del pueblo latinoamericano", afirmó en su homilía.

En su emotivo mensaje, el Papa alentó a los fieles a mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría.

Durante la Misa a la que asistieron obispos, cientos de sacerdotes y fieles, el Santo Padre recordó que en Aparecida, hace seis años, la Iglesia en América Latina y el Caribe trabajó sobre el discipulado y la misión.

"Aquella Conferencia ha sido un gran momento de Iglesia", afirmó en referencia a la V Conferencia General del Episcopado celebrada en este mismo lugar.

"Hoy, en vista de la Jornada Mundial de la Juventud que me ha traído a Brasil, también yo vengo a llamar a la puerta de la casa de María -que amó a Jesús y lo educó- para que nos ayude a todos nosotros, Pastores del Pueblo de Dios, padres y educadores, a transmitir a nuestros jóvenes los valores que los hagan artífices de una nación y de un mundo más justo, solidario y fraterno", añadió el Papa.

Francisco dijo que para ello son necesarias tres actitudes sencillas: mantener la esperanza, dejarse sorprender por Dios y vivir con alegría.

El Papa recordó a los fieles que Dios nunca abandona a sus hijos ante las dificultades. "Ante el desaliento que podría haber en la vida, en quien trabaja en la evangelización o en aquellos que se esfuerzan por vivir la fe como padres y madres de familia, quisiera decirles con fuerza: Tengan siempre en el corazón esta certeza: Dios camina a su lado, en ningún momento los abandona. Nunca perdamos la esperanza (…). El 'dragón', el mal, existe en nuestra historia, pero no es el más fuerte. El más fuerte es Dios, y Dios es nuestra esperanza", afirmó.

En ese sentido, pidió ser luces de esperanza ante los jóvenes para que no busque una falsa esperanza en ídolos como el dinero, el éxito, el poder, el placer, porque esos "ídolos pasajeros" solo les dejarán "una sensación de soledad y vacío". Por ello exhortó a ayudar a los jóvenes para que sean "protagonistas de la construcción de un mundo mejor". "Ellos no sólo necesitan cosas. Necesitan sobre todo que se les propongan esos valores inmateriales que son el corazón espiritual de un pueblo, la memoria de un pueblo", afirmó.

Luego, el Papa invitó a "dejarse sorprender por Dios". "Dios nunca deja de sorprender, como con el vino nuevo del Evangelio que acabamos de escuchar. Dios guarda lo mejor para nosotros. Pero pide que nos dejemos sorprender por su amor, que acojamos sus sorpresas. Confiemos en Dios", exhortó.

Finalmente, el Santo Padre dijo que si los cristianos "caminamos en la esperanza, dejándonos sorprender por el vino nuevo que nos ofrece Jesús, ya hay alegría en nuestro corazón y no podemos dejar de ser testigos de esta alegría. El cristiano es alegre, nunca triste. Dios nos acompaña.

Tenemos una Madre que intercede siempre por la vida de sus hijos".
"Jesús nos ha mostrado que el rostro de Dios es el de un Padre que nos ama. El pecado y la muerte han sido vencidos. El cristiano no puede ser pesimista. No tiene el aspecto de quien parece estar de luto perpetuo. Si estamos verdaderamente enamorados de Cristo y sentimos cuánto nos ama, nuestro corazón se 'inflamará' de tanta alegría que contagiará a cuantos viven a nuestro alrededor", expresó.

Al final de la Misa, el Santo Padre consagró su Pontificado a Nuestra Señora de Aparecida con una oración.

Aquí puede ver el VIDEO y leer el TEXTO COMPLETO de la homilía:
http://www.aciprensa.com/noticias/texto-completo-homilia-del-papa-francisco-en-el-santuario-de-aparecida-86798/