El Papa Francisco explicó, durante la Misa celebrada este lunes 11 de mayo en Casa Santa Marta, que "el Espíritu Santo evita que la doctrina se equivoque, y evita que permanezca parada allí sin crecer en nosotros".
En su homilía, el Santo Padre reflexionó sobre la promesa de Jesús, realizada en la Última Cena, de mandar a los apóstoles el Espíritu Santo: "Os he dicho estas cosas estando entre vosotros. Pero el Paráclito, el Espíritu Santo, que el Padre enviará en mi nombre, os lo enseñará todo y os recordará todo lo que yo os he dicho".
"Es la promesa del Espíritu Santo", subrayó Francisco. "El Espíritu Santo que habita con nosotros y que el Padre y el Hijo envían. 'El Pare lo enviará en mi nombre', dice Jesús, para acompañarnos en la vida. Y lo llaman 'Paráclito', ese es el oficio del Espíritu Santo".