La Cuaresma es el momento propicio para la reconciliación con Dios y prepararse adecuadamente para la Semana Santa. Por ello, el Papa Francisco recomendó acercarse al Señor para presentarle las "heridas" del alma y dejarse curar por Él.
En un mensaje difundido en su perfil de la red social Twitter el papa Francisco señaló que "todos tenemos enfermedades espirituales, y no podemos curarlas nosotros solos. Necesitamos que Jesús nos cure; es necesario presentarle nuestras heridas y decirle: 'Jesús, estoy aquí ante Ti, con mi pecado, con mis miserias. Tú puedes liberarme. Sana mi corazón'".