Papa Francisco agradece a Panamá por JMJ 2019 y hace una predicción

Al recibir esta mañana a un grupo de peregrinos panameños, el Papa Francisco les agradeció por realizar en enero la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) Panamá 2019 e hizo una simpática predicción.

"Les agradezco esta visita porque expresa la gratitud. El señor Arzobispo (de Panamá, Mons. José Domingo Ulloa) ha manifestado la gratitud de un pueblo, en este caso concentrada en mí, pero es una gratitud mutua, entre todos. En tus palabras vos agradecés a cada uno de los panameños también, a cada uno de la curia aquí, a todos los que hemos trabajado. Es bueno darse gracias mutuamente", dijo el Santo Padre en la Sala del Consistorio del Palacio Apostólico del Vaticano.

"Gracias yo a ustedes que han hecho posible todo esto, y prepárense para la segunda (JMJ) que, seguramente… un sucesor mío convocará de aquí a 150 años, ¡no hay problema! Muchas gracias", predijo el Pontífice.

El Papa también recordó la importancia de agradecer en el matrimonio. "Mirá, hay tres palabras mágicas: permiso, para no ser invasivo; gracias, agradecer al cónyuge continuamente, y perdón, cuando uno hace una macana (algo malo), pide perdón", señaló.

Francisco dijo que también está "muy agradecido por lo que vi: un pueblo noble, lo repito. Y la nobleza no se compra, se engendra, se hereda, se respira, se vive. Sos noble o no sos noble. Un certificado no te da la nobleza. Yo encontré un país noble".

"Sabemos que América Latina está muy amenazada con cosas que tienden a romper esta nobleza. Esta nobleza que nos viene en la sangre. Que la Virgen nos defienda de eso", agregó.

Tras resaltar la importancia del diálogo entre los jóvenes y los abuelos, el Santo Padre alentó a los panameños a dar fruto "desde las raíces, no desde la primera teoría que le vende el imperio. No, eso no. Y en eso no dejen entrar las colonizaciones ideológicas, que son las que matan la nobleza. Este puente ayudará a la propia identidad".

El Pontífice también destacó la importancia del encuentro con los afroamericanos y los indígenas, algo que sirve para integrar las raíces. "Yo quedé muy contento en Panamá, quedé muy contento. Se respiraba normalidad, ternura, una cosa muy bella", concluyó.