El Papa Francisco recibió este lunes en la Sala Clementina a los jóvenes del Pontificio Seminario Lombardo de Roma (Italia), a quienes dio algunos consejos para ser buenos sacerdotes y así ser el futuro de la Iglesia según el corazón de Dios y no "las modas del momento".
Para ser un buen sacerdote, afirmó el Pontífice, es esencial el contacto y el acercamiento con el obispo. "La característica del sacerdote diocesano es precisamente la diocesaneidad" y esta "tiene su piedra angular en la relación frecuente con el obispo, en el diálogo y en el discernimiento con él", señaló el Papa.
El Santo Padre exhortó a los jóvenes a cultivar este lazo, porque "un sacerdote que no tiene relación constante con su obispo, lentamente se aísla del cuerpo diocesano y su fecundidad disminuye, porque no ejercita el diálogo con el Padre de la Diócesis''.