El Papa Francisco aceptó la renuncia de Mons. Marcello Romano, de 54 años de edad, al cargo de Obispo de Araçuaí, en el estado brasileño de Minas Gerais, quien padece de diabetes y que desea cuidar también su salud psicológica.
En un pronunciamiento publicado en el sitio web de la Diócesis de Araçuaí, el Prelado indicó que "en los últimos meses" percibió "la necesidad de cuidar más de su salud física (diabetes) y psicológica, y también buscar una profundización mayor en la vida espiritual".
Mons. Romano precisó que esta "dolorosa decisión" la tomó tras un tiempo de "maduración en la dirección espiritual, entre preces y lágrimas".