En su encuentro esta mañana en el Aula Pablo VI con más de seis mil periodistas de todo el mundo, llegados a Roma para cubrir el Cónclave, el Papa Francisco les recordó que "la Iglesia no es de naturaleza política, sino esencialmente espiritual".

En un discurso que fue recibido con grandes aplausos por los asistentes, el Santo Padre indicó que "aunque es ciertamente una institución también humana, histórica, con todo lo que ello comporta", la Iglesia es esencialmente "el santo Pueblo de Dios que camina hacia el encuentro con Jesucristo".

"Únicamente desde esta perspectiva se puede dar plenamente razón de lo que hace la Iglesia Católica", subrayó.

El Papa manifestó su alegría por encontrarse con los hombres de prensa y les agradeció por su "competente servicio durante los días pasados", en los que "el mundo católico, y no sólo el católico, ha puesto sus ojos en la Ciudad Eterna, y particularmente en este territorio cuyo 'centro de gravedad' es la tumba de San Pedro".

"Habéis trabajado ¡eh!, habéis trabajado", bromeó Francisco.
El Santo Padre reconoció que "el papel de los medios de comunicación ha ido creciendo cada vez más en los últimos tiempos, hasta el punto de que se hecho imprescindible para relatar al mundo los acontecimientos de la historia contemporánea".

Por ello, agradeció "de corazón especialmente a quienes han sabido observar y presentar estos acontecimientos de la historia de la Iglesia, teniendo en cuenta la justa perspectiva desde la que han de ser leídos, la de la fe".

"Los acontecimientos eclesiales no son ciertamente más complejos de los políticos o económicos", señaló, "pero tienen una característica de fondo peculiar: responden a una lógica que no es principalmente la de las categorías, por así decirlo, mundanas; y precisamente por eso, no son fáciles de interpretar y comunicar a un público amplio y diversificado".

El Papa Francisco subrayó que "Cristo es el Pastor de la Iglesia, pero su presencia en la historia pasa a través de la libertad de los hombres: uno de ellos es elegido para servir como su Vicario, Sucesor del apóstol Pedro".

"Pero Cristo es el centro, no el Sucesor de Pedro: Cristo. Cristo es el centro", remarcó.

"Cristo es la referencia fundamental, el corazón de la Iglesia. Sin él, ni Pedro ni la Iglesia existirían ni tendrían razón de ser. Como ha repetido tantas veces Benedicto XVI, Cristo está presente y guía a su Iglesia", dijo.

El Papa indicó además que en todo lo que sucedido en los últimos días, "el protagonista, en última instancia, es el Espíritu Santo".

"Él ha inspirado la decisión de Benedicto XVI por el bien de la Iglesia. Él ha orientado en la oración y la elección a los cardenales", aseguró.

"Es importante, queridos amigos", dijo a los periodistas, "tener debidamente en cuenta este horizonte interpretativo, esta hermenéutica, para enfocar el corazón de los acontecimientos de estos días".

El Santo Padre señaló que el trabajo de los periodistas "requiere estudio, sensibilidad y experiencia, como en tantas otras profesiones, pero implica una atención especial respecto a la verdad, la bondad y la belleza".

"Esto nos hace particularmente cercanos, porque la Iglesia existe precisamente para comunicar esto: la Verdad, la Bondad y la Belleza 'en persona'", apuntó.

El Papa recordó una vez más su profundo cariño y agradecimiento a los periodistas por su trabajo, y expresó su deseo de que "trabajéis con serenidad y con fruto, y que conozcáis cada vez mejor el Evangelio de Jesucristo y la realidad de la Iglesia".

"Os encomiendo a la intercesión de la Santísima Virgen María, Estrella de la Evangelización, a la vez que os expreso los mejores deseos para vosotros y vuestras familias, a cada una de vuestras familias, e imparto de corazón a todos mi Bendición", dijo.

El discurso para los periodistas concluyó con palabras en español del Papa Francisco, en las que expresó que "como muchos de ustedes no pertenecen a la Iglesia Católica, otros no son creyentes, de corazón doy esta bendición en silencio a cada uno de ustedes, respetando la conciencia de cada uno, pero sabiendo que cada uno de ustedes es hijo de Dios. Que Dios los bendiga".