En la audiencia general de este mañana el Papa Francisco reflexionó con los miles de fieles presentes en la Plaza de San Pedro sobre la educación que los hijos deben recibir de los padres. En este marco hizo un especial pedido a aquellos que se han separado.
El Santo Padre dijo que en los tiempos actuales no faltan las dificultades para educar a los hijos: "es difícil para los padres educar a sus hijos a quienes ven sólo por la noche, cuando vuelven a casa cansados del trabajo. ¡Aquellos que tienen la suerte de tener trabajo!"
El Pontífice dijo luego que esto es "más difícil para los padres separados, a quienes les pesa esta condición: pobres, han tenido dificultades, se han separado y tantas veces el hijo es usado como rehén y el papá le habla mal de la mamá y la mamá le habla mal del papá, y se hace tanto mal".