El Papa Francisco recibió hoy a un grupo de judíos que participan estos días en un congreso internacional organizado por el Consejo internacional de Judíos y Cristianos.
En la Sala Clementina del Palacio Apostólico, el Pontífice habló sobre las buenas relaciones de las dos confesiones y recordó el documento Nostra aetate que cumple en octubre cincuenta años y que marcó una nueva etapa entre las relaciones de ambos. En palabras del Papa, este documento "representa el 'sí' definitivo a las raíces judías del cristianismo y el 'no' irrevocable al antisemitismo".
"No somos más extraños, sino amigos y hermanos", aseguró el Papa. "Creemos, también con perspectivas diversas, en el mismo Dios, Creador del universo y Señor de la historia", dijo el Pontífice en la audiencia privada.