30 de septiembre de 2017 / 06:02 AM
En un encuentro en el Vaticano con una asociación italiana que agrupa a numerosos alcaldes italianos, el Papa Francisco recordó que tienen que velar por el bien de los ciudadanos y favorecer la acogida.
Francisco puso de ejemplo la famosa torre de Babel para explicar el mundo en que vivimos y afirmar que "la sociedad puede regirse solamente cuando se apoya sobre una solidaridad verdadera, mientras que la envidia crece junto a las ambiciones desenfrenadas y el espíritu de adversidad la condenan a la violencia del caos".
Por tanto, aseguró que es mucha la responsabilidad que tienen. "Es una ciudad que no admite los sentidos únicos de un individualismo exasperado, que disocia el interés privado de lo público" que "no soporta ni siquiera los callejones ciegos de la corrupción, donde las plagas de desintegración están anidadas. No conoce los muros de la privatización de los espacios públicos, donde el 'nosotros' se reduce a consignas, artificio retórico que enmascara el interés de pocos".