Durante la extensa y emotiva homilía pronunciada este domingo durante la Solemne inauguración de su pontificado, el Papa Benedicto XVI desafió al mundo y especialmente a los jóvenes, con las palabras de su Predecesor de “no tener miedo”, al recordar que Cristo da todo, no quita nada.
“En este momento –dijo el Santo Padre al final de su homilía–, mi recuerdo vuelve al 22 de octubre de 1978, cuando el Papa Juan Pablo II inició su ministerio aquí en la Plaza de San Pedro”, cuando pronunció el histórico “¡No temáis! ¡Abrid, más todavía, abrid de par en par las puertas a Cristo!”.
El Papa Benedicto señaló que Cristo “ciertamente les habría quitado algo” a los poderosos: “el dominio de la corrupción, del quebrantamiento del derecho y de la arbitrariedad. Pero no les habría quitado nada de lo que pertenece a la libertad del hombre, a su dignidad, a la edificación de una sociedad justa”, explicó.