El Papa Benedicto XVI promulgó hoy el Motu Propio sobre el “Servicio a la Caridad”, en el que expresa que la naturaleza íntima de la Iglesia se expresa en la triple tarea de anunciar la Palabra de Dios, la celebración de los Sacramentos y el servicio de la caridad.

Estas tres tareas, explicó el Santo Padre “se implican mutuamente y no pueden separarse una de otra”.

Con este Motu Propio, el Papa busca “proporcionar un marco normativo orgánico que sirva para ordenar mejor, en líneas generales, las distintas formas eclesiales organizadas del servicio de la caridad, que está estrechamente vinculada a la naturaleza diaconal de la Iglesia y del ministerio episcopal”.

Estas nuevas normativas componen 15 artículos, que entrarán en vigor el próximo 10 de diciembre, tendrán consecuencias importantes en toda la Iglesia.

En Estados Unidos, de forma particular, será imposible para las organizaciones caritativas católicas aceptar el mandato anticonceptivo y abortista del Servicio de Salud, promovido por el presidente Barack Obama.

En su Motu Propio, el Papa Benedicto XVI subrayó que “en la actividad caritativa, las numerosas organizaciones católicas no deben limitarse a una mera recogida o distribución de fondos, sino que deben prestar siempre especial atención a la persona que se encuentra en situación de necesidad y llevar a cabo asimismo una preciosa función pedagógica en la comunidad cristiana, favoreciendo la educación a la solidaridad, al respeto y al amor según la lógica del Evangelio de Cristo”.

“En todos sus ámbitos, la actividad caritativa de la Iglesia debe evitar el riesgo de diluirse en una organización asistencial genérica, convirtiéndose simplemente en una de sus variantes”.

El Papa señaló que han surgido diversas iniciativas organizadas, promovidas tanto por los fieles como por las autoridades de la Iglesia, como es el caso de Caritas.

Ante estas iniciativas, señaló Benedicto XVI, “es preciso garantizar que su gestión se lleve a cabo de acuerdo con las exigencias de las enseñanzas de la Iglesia y con las intenciones de los fieles y que respeten asimismo las normas legítimas emanadas por la autoridad civil”.

Entre las disposiciones del Papa, figura que “las iniciativas colectivas de caridad a las cuales hace referencia el presente Motu Proprio deben seguir en su actividad los principios católicos”.

Estas iniciativas, subrayó el Papa, “no pueden aceptar compromisos que en cierta medida puedan condicionar la observancia de dichos principios”.

El Papa dispuso además que “un organismo caritativo puede usar la denominación de ‘católico’ sólo con el consentimiento escrito de la autoridad competente”.

Benedicto XVI también indicó que “el Obispo diocesano ejerce su solicitud pastoral por el servicio de la caridad en la Iglesia particular que tiene encomendada como Pastor, guía y primer responsable de ese servicio”.

Al Obispo le corresponde, señaló el Papa, “vigilar a fin de que en la actividad y la gestión de estos organismos se observen siempre las normas del derecho universal y particular de la Iglesia, así como las voluntades de los fieles que hayan hecho donaciones o dejado herencias para estas finalidades específicas”.

El Papa dijo que las organizaciones caritativas católicas “deben seleccionar a sus agentes entre personas que compartan, o al menos respeten, la identidad católica de estas obras”.

Benedicto XVI dispuso que los Obispos deben evitar que las organizaciones caritativas de la Iglesia “acepten contribuciones para iniciativas que, por sus fines o por los medios para alcanzarlos, no estén de acuerdo con la doctrina de la Iglesia.

Es también tarea del Obispo “si fuera necesario, hacer público a sus fieles el hecho que la actividad de un determinado organismo de caridad ya no responde a las exigencias de las enseñanzas de la Iglesia, prohibiendo por consiguiente el uso del nombre ‘católico’ y adoptando las medidas pertinentes en el caso de que aparecieran responsabilidades personales”.

La aplicación de la normativa publicada por el Papa Benedicto XVI quedará en manos del Consejo Pontificio “Cor Unum”.

El Papa Benedicto XVI ordenó además que “todo lo que he deliberado con esta Carta apostólica en forma de Motu Proprio se observe en todas sus partes”.