25 de octubre de 2009 / 06:33 AM
Terminada la Santa Misa de clausura de la Asamblea Especial para África del Sínodo de los Obispos, el Papa Benedicto XVI recitó el Ángelus dominical con los fieles presentes en la Plaza de San Pedro desde los pies de la Basílica Vaticana, recordando a todos en sus palabras introductorias el esfuerzo de la Iglesia para que nadie se vea privado de lo necesario para vivir y que todos puedan conducir una existencia digna del ser humano.
“Agradecemos a Dios por el impulso misionero que ha encontrado terreno fértil en numerosas diócesis y que se expresa en el envío de misioneros a otros países africanos y de diversos continentes”, dijo el Santo Padre refiriéndose a los frutos del Asamblea Especial para África.
El Pontífice destacó, entre los temas vistos durante la Asamblea, “la familia, que también en África constituye la célula primaria de la sociedad, que hoy en día es amenazada por corrientes ideológicas provenientes incluso del extranjero”.